Una mañana el lobo estaba paseando con su minifalda roja, su mono de bailarina y su caperuza rosa, al comprársela era roja, pero no volverá a usar el mimosín, el detergente, en la lavadora. De repente escuchó una vocecita chillona diciendo:
- Mimosín, mimosín, que deja la ropa como un jazmín.
El lobo que tenía mucha manía al detergente mimosín fue para allá y se puso a gritar:
- ¡Mentira. te deja la ropa blanca...!¡Como un jazmín!
Entonces el lobo, que no le echaban cuenta se enfadó y empujó a la publicista, que era Caperucita roja, que cayó a la lavadora.
Al salir Caperucita, que siempre iba muy cubierta porque era negra y no le gustaba, se quedó blanca y muy feliz se quitó toda la ropa. Pero sin querer se quedó en bolas y se fue corriendo para su casa, se pinto de negro y se vistió, desde entonces lleva una caperuza el doble de grande y le cogió tanta manía a mimosín como el lobo.
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