Llevaba más de una semana preparando mi viaje: haciendo la revista que llevé para que me conocieran mejor, carteándome con Maisie (la niña de la familia de acogida a la que iba)... Hasta que llegó el sábado, el tan y esperado sábado.
Este día cogimos muchos transportes: tres trenes y un avión. Fue largo, pero entretenido. Cuando llegamos, todas las familias nos estaban esperando en la estación de tren de Coventry. En menos de diez minutos todos nos presentamos y nos fuimos a las casas. Por la tarde fuimos a un parque con la familia que acogía a Dani.
El domingo estuvimos en un parque de atracciones. Me monté en muchas atracciones con Maisie, Alfie (su hermano), Luis, Dani y Javi.
El lunes nos dieron la bienvenida en el colegio cantando “Un elefante se balanceaba, sobre la tela de una araña...” y bailando “La Macarena”. Al oír esta última, Isabel, Ana, Luis, Javi, Dani y yo nos pusimos también a bailarla. A continuación, el director del colegio le trajo una tarta de cumpleaños a Luis y todos empezamos a cantarle “Cumpleaños Feliz”. Más tarde, nos fuimos pasando por las clases enseñándoles la presentación que habíamos hecho sobre España y el cole. También hicimos cada uno una manualidad: la antorcha olímpica de Comenius.
Por la noche hubo una barbacoa y actuaciones en el colegio.
El martes fuimos al polideportivo de Coventry e hicimos unas mini-olimpiadas. En ellas jugamos al baloncesto en silla de ruedas, al fútbol, hicimos una prueba de correr y otra de saltar. También hicimos gimnasia olímpica y una clase de baile.
El miércoles me levanté un poco triste porque, en pocas horas, nos íbamos a ir de allí aunque al mismo tiempo contenta por haber tenido esa experiencia.
Este día, por la mañana nos despedimos y fuimos al estadio de fútbol del Coventry y, más tarde regresamos a España. Llegamos a Castilleja de Guzmán a las doze y media de la noche.
En resumen, me lo he pasado muy bien y he mejorado el inglés.